A 83 años de su debut, «El Patón»: Un nombre inmortal

Un día como el de hoy, pero de hace exactamente 83 años, un pelotero hijo de la popular barriada caraqueña de Sarría, Alejandro Carrasquel, más conocido por los aficionados con el cariñoso apodo de “Patón”, se convirtió en el primer jugador venezolano que vestía un uniforme en el magno escenario del béisbol, la pasión deportiva mayoritaria nacionalmente y también la de más arraigo en los países bañados por el mar Caribe.

Caracas era apenas una aldea bucólica cuando el “Patón” nació en ella un 24 de julio de 1912, aunque se ha dicho que fue el 27 de ese mes.

Alejandro sería luego el pionero de una dinastía  en la que figuran también Alfonso, el “Chico”–gloria de Venezuela–, Domingo, Martín y Manuel, sobrinos todos del “Patón”, además de Domingo, Eloy y Emilio Carrasquel, Juan Muñoz, Alfonzo Collazo y Cristóbal Colón, nietos estos 4 últimos de Alejandro, todos los cuales tuvieron en el béisbol su forma de vivir, además de divertirse con el juego.

Su nombre sonó

El nombre del “Patón”  como ‘pelotero empieza a oírse en los inicios de la década del 30 con la franela del Royal Criollos, génesis de lo que años más tarde sería el Cervecería Caracas, hoy Leones del Caracas. Con Royal Criollos, el “Patón” llenó brillantes páginas desde el montículo y se hicieron históricos sus enfrentamientos con Vidal López, “El muchachote de Barlovento”, un temido bateador y pitcher.

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Sus actuaciones con el Royal sirvieron para que los “busca talentos” se fijaran en aquel joven caraqueño. Una cosa llevó a la otra y Carrasquel se vería pronto rumbo a La Habana, Cuba, para integrarse a la nómina del Cuba, allá por 1939, año del comienzo de  la II Guerra Mundial. conflagración contribuyó de manera decisiva a su acceso a la Gran Carpa pues  buena parte de los jugadores de EE.UU. habían sido incorporados al ejército.

Desde el comienzo, el “Patón”- sobresalió con el club antillano y por ello Joe Cambria, un scout de Grandes Ligas de los Senadores de Washington, contactó al criollo, que había sido  el jugador Más Valioso de la justa cubana y le convenció para que firmara un  contrato con la organización.

Debut y temple

Por supuesto, seguramente el joven venezolano de 26 años se hallaría con los nervios de punta la tarde de aquel distante domingo 23 de abril de 1939. Los Senadores recibían a los poderosos Yankees de Nueva York,en el Griffith Stadium, con una alineación en la que figuraban Bill Dickey, Lou Gerigh y Joe DiMaggio, los tres hoy en Cooperstown.

Para el momento, en Grandes Ligas se hallaban sólo otros dos jugadores latinoamericanos:el cubano Roberto Estalella (Senadores) y el mexicano Mel Armada (Cardenales de San Luis).

El hoy retirado lanzador Beiker Graterol–recuerda en una de sus crónicas de 1999 el periodista Humberto Acosta–, emularía al “Patón” 60 años después, en calidad de abridor, frente a los Yankees.En  uno de los párrafos del trabajo, Acosta dice:

 “Al contrario de Beiker, que acudió a esa primera cita como abridor..Carrasquel lo hizo como relevista… cuando en el cuarto capítulo los Yanquis expulsaron a Ken Chase…Había dos outs en la pizarra, pero Nueva York estaba en ventaja…y tenía tres corredores en circulación.”

Conocido

Luego HA relata que el mánager de los parlamentarios, Bucky Harris, le entregó la bola al novato criollo para enfrentar nada más y nada menos que al “Yankee Clipper” DiMaggio. 

El temple del Patón, se mostró en toda su dimensión: obligó al tremible  DiMaggio a batear una suave rolata a sus manos para cerrar el episodio. En el inning siguiente  dispuso de Gerigh por la vía del ponche, dominó a Dickey con globo a segunda y después de sencillo de Joe Gallagher cerró el capítulo con el tercer out entregado por Joe Gordon. Cubrió 5.1 entradas en total con cinco hits en contra, un ponche, no dio pasaportes, guillotinó a uno y admitió una carrera en el octavo acto. Los Yankees vencieron finalmente 5-4.

Cambio de aires

Tentado por los dólares (le pagaron 700 el primer año)  ofrecidos por los millonarios hermanos mexicanos Pasquier, en 1945 el pitcher criollo abandonó a los Senadores para irse a la Liga Mexicana, decisión que le acarreó una suspensión por 3 años de la pelota grande, a la que retornó en 1949 con Medias Blancas, casualmente el equipo en el que su sobrino Alfonso mostraría -al comienzo del ´50- a los fanáticos estadounidenses, la al calidad defensiva que ha distinguido a varios paracortos nativos.

Carrasquell concluyó su intervención de grandeliga  con 50 éxitos y 30 reveses (su mejor año fue 1943, cuando ganó 11), 4 blanqueos y efectividad de 3.73 en 861 entradas trabajadas. En la pelota venezolana militó con Cervecería Caracas, Magallanes y Gavilanes,  consiguió 12 triunfos y recibió 20 derrotas.

Alejandro “Patón” Carrasquel, un nom,bre inmortal para el béisbol nativo y para el deporte nacional en general, falleció en su Caracas  el 19 de agosto de 1969,  medio siglo más tarde de su estreno como pelotero de Grandes Ligas.

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Source: líder deporte

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